"Sé que en algún lugar del mundo, existe una rosa única, distinta de todas las demás rosas, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma, mi corazón y mis riñones". "A esa rosa, donde quiera que esté, dedico este trabajo, con la esperanza de hallarla algún día, o de dejarme hallar por ella". "Existe... rodeada de amapolas multicolores, filtrando todo lo bello a través de sus ojos aperlados, cristalinos y absolutamente hermosos..." | Las gaviotas, como es bien sabido, nunca se atascan, nunca se detienen. Detenerse en medio del vuelo es para ellas vergüenza, y es deshonor. Pero Juan Salvador Gaviota, sin avergonzarse, y al extender otra vez sus alas en aquella temblorosa y ardua torsión -parando, parando, y atascándose de nuevo-, no era un pájaro cualquiera. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar. |
Podéis otorgarles vuestro amor, mas no vuestros pensamientos. Porque ellos poseen los propios. Podéis dar cobijo a su cuerpo, mas no a su alma. Porque sus almas habitan en la morada del futuro, la cual no podéis conocer, ni siquiera en vuestros sueños. Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no intentéis que ellos sean como vosotros. Porque la vida no anda hacia atrás ni se para en el ayer. |
viernes, 26 de diciembre de 2008
Tres ibros que deberias leer... consejo de amigo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)